Amanece
sobre la vieja ciudad de Andújar.
Amanece un nuevo Domingo de Ramos con la primavera apenas estrenada. Amanece y no
lo hace como en aquellos otros azules y
luminosos. Amanece y el espíritu de los cofrades y penitentes de Nuestro Señor
de la Paz se estremece al mirar al cielo
y ver los negros presagios que amenazan lluvia. Pero aún así, a pesar de todo, el
corazón de muchos niños late más apresurado que de costumbre, porque hoy
vestirá su túnica recién planchada y caminará por las calles de nuestra ciudad
con una palma y con la mirada puesta en la imagen de Nuestro Señor de la Paz en
su entrada triunfal en Jerusalén.
La salida fue
retrasada buscando un tiempo más benigno y más propicio y finalmente a las
12:00 del mediodía se abrieron las puertas del Templo de Santa María la Mayor y
Andújar recibió como todos los años a Nuestro Señor de la Paz que salió bendiciendo
a todos los fieles en un cortejo en el que los niños son los protagonistas.
Solemne, sereno
y majestuoso el paso de misterio de “La Borriquita” empieza su estación de penitencia con los sones de Monte Calvario de Martos, por Plza.
De Santa María, Pintor Zabaleta, Altozano del Carmen, Guadalupe, Constitución y
por fin el arco de correos, cual si fuera la puerta en las murallas de Jerusalén hace casi dos mil
años recibiendo al Salvador y después el
“Mercao”, Maestras……
Pero no quiso
el tiempo consentir por más nuestra gozosa estación de penitencia y llegando al
Peso de la Harina la comitiva debió apresurar su camino y dirigirse ya al
templo sin poder rendir el homenaje que debemos a nuestros mayores en la
Residencia de S. Juan de Dios. No
pudimos evitar que algunas gotas de lluvia bendijeran a nuestro paso y a todo
el cortejo penitencial que gracias al cielo no causaron ningún deterioro ni en imágenes ni en enseres.
Gracias a
todos los integrantes del cortejo de nuestra Estación de Penitencia por su
formalidad, seriedad y saber comportase y empezamos ya a preparar el Domingo de
Ramos del año 2014 donde quedamos todos citados ante Nuestro Señor de la Paz en
su Entrada Triunfal en Jerusalén.
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