Sobre su monte de lirios sobriamente engalanado, sobre
su trono caoba y oro primorosamente
adornado, la tarde de Miércoles Santo Jesucristo después de haber sufrido el
más cruel de los martirios queda sentado en un sitial del Pretorio reposando su
mejilla sobre su diestra y alzando su mirada hacia el Altísimo buscando el amparo
del Padre Eterno.
.
Bajo palio de
dulzura, bajo gloria de Inmaculada, entre varales de plata coronados de
rosarios, sobre argentada peana y arropada del granate de su manto terciopelo,
María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos aguarda a sus costaleros
para que la lleven sin demora por las calles de su pueblo, pues le han dicho
que a su hijo lo llevan por la
Vía Dolorosa camino del desconsuelo.
Son ya las nueve
y media de la noche y la Cruz
de guía se planta en la Puerta
de S. Pedro de nuestra Iglesia Mayor de Santa María. Se viste la noche del morado de las túnicas y del blanco
inmaculado de capas y capirotes. Ya no acude la alegría a los rostros de los niños,
ya no hay palmas ni ramas de olivo, se apagaron los hosannas. Siente ahora Andújar
el dolor de un flagelado “ecce homo” en su infinita paciencia.
Quiso la noche
sujetar los negros presagios de agua que pudieran amenazarnos, y después de algunas
dudas, echa a andar la solemne Estación de Penitencia que tan ansiosamente
esperamos todo un año.
Fueron las sinuosas callejas de su barrio las primeras
en disfrutar de la grave presencia de Ntro. Padre Jesús de la Paciencia que hizo su
entrada en Tribuna saliendo por la calle Postigos, y de una forma sobria y solemne
atravesó majestuoso la carrera oficial. Saludo en S. Juan de Dios a nuestros
mayores y continuó con un discurrir reposado, sereno y formal. Fue acompañado
esplendorosamente por la Agrupación Musical
Dulce Nombre de Jesús de Alcalá la
Real
María Santísima
del Rosario, Dolorosa coronada en sus Misterios Dolorosos y primorosamente
vestida, de corazón atravesado por puñal de amargura y tres ligeras mariquitas
adornando su pecherín, siguió los pasos de su hijo. Se detiene al sonar de una
saeta llena de sentimiento cofrade, y continua por Tribuna con un paso lento,
sentido, y acompasado. Y Andújar entera pudo contemplar la hermosura de María,
una Virgen joven y hermosa bajo Palio de
plata, que sufre por su Hijo maltratado.
Especialmente emotivo fue el discurrir por calle del Carmen, solar de fundación de
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